La época estival es en la que, con más frecuencia, se pueden sufrir este tipo de accidentes. Nadie está exento de que una caída le pueda provocar una rotura o perdida de una pieza dental. Aun así, se estima que alrededor del 25% de los adolescentes de 18 años sufren estos traumatismos. Asimismo, para los más pequeños, es la segunda causa de atención odontopediátrica tras las caries y la principal demanda de atención dental en verano. Todo ello debido al ejercicio físico, deportes de contacto y malos hábitos, como el de masticar los hielos. Ante un traumatismo, se debe saber como actuar, por ese motivo, os damos una serie de recomendaciones:
- Si el diente está fuera de la boca y ha abandonado totalmente el hueso. En estos casos, es recomendable guardarlo en leche o saliva del propio paciente, no limpiarse y acudir al dentista de inmediato. Las tres primeras horas son fundamentales.
- Si no ha abandonado totalmente el hueso, pero sí hay una fractura. Hay que guardar el fragmento e ir al odontólogo para que decida el tratamiento y evite la infección de la pieza dental que todavía sigue en la boca.
- Si el diente se mueve. No hay que tocarlo y tenemos que acudir al dentista para que trate de fijarlo y valore otros tratamientos.
Por ese motivo, ante cualquier traumatismo evalúa cual es el estado del diente y actúa según sea conveniente. Para cualquier duda, pide cita con nuestros profesionales.
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